lunes, 3 de abril de 2017

Bienvenido Abril del 2017 y con él retomo el blog después de algún tiempo.- Espero tener gratos intercambios de temas relacionados con la psicología , la cultura y la ciencia. Sean bienvenidos ustedes también a mi blog " DIALOGOS DE PSICOLOGIA" Saludos desde Argentina Natalia

domingo, 18 de agosto de 2013

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Más allá de las palabras, el corazón... Lic. Natalia Acosta

Me veo en el espejo Pero mi cuerpo y veo también es una biografía una imagen equívoca y puedo leer que no soy yo. en cada rictus Necesito al menos en cada arruga tres espejos enfrentados en cada cicatriz para verme en cada cana y reconocer allí algún detalle que quise en la imagen más lejana olvidar, que mi ojo derecho algún gesto que pretendí es mi ojo derecho, no tener, que si hago una mueca cualquier deseo o pena torciendo la boca a la que hubiera preferido izquierda recordar de otra manera. ése es verdaderamente Soy un libro abierto mi lado izquierdo que a veces intento no y me maravillo leer de que ése sea yo, tratando de olvidar que el tiempo haya que algún día transcurrido se cerrará para siempre. a través mío sin haberme dado cuenta. E. G. Jeani Desde antes de nacer el otro nos nombra, el otro nos espera en una cuna simbólica llena de palabras, de representaciones de nosotros, de lo que esperan de nosotros y del mundo. Salimos de un líquido biológico y nos sumergimos en un mar de significado y de ese baño salimos siendo humanos. Es por eso que es tan importante el lenguaje, las palabras que puedan codificar a ese cuerpo orgánico y transformarlo en erógeno, poder nombrar este cuerpo y llenarlo de significado. Esto hace que sea nuestro y que tenga un significado para nosotros y un lugar con los otros en el mundo. De allí que como analistas trabajamos con la palabra, con el discurso del paciente, y como diría Lacan, con el sujeto, que es el sujeto del inconsciente que está estructurado como lenguaje. Ahora bien, ¿qué sucede cuando nos encontramos con otro tipo de pacientes en los que lo que impera no es precisamente la palabra? Cuando nos encontramos con pacientes con enfermedades psicosomáticas es el cuerpo el que pasa a ocupar la escena analítica. Entonces, cuando hablan, lo hacen sumergidos en su sufrimiento físico y tratan de expresarse con palabras que toman prestadas de la medicina. Esto lo pude observar con pacientes cardíacos ya que, al venir a las consultas, dicen cosas como éstas: “Buenos días acá tengo el electroencefalograma”. O al hablar de sus marcapasos sólo pueden hacerlo al ir relacionándolo con otras enfermedades. Por ejemplo “Lo tengo hace 6 años, el médico me dijo que ya estaba viejo. También estoy operada del cáncer, estoy sin ganglios”. Es como si en algún momento de su vida hubieran quedado sin palabras para nombrar algo que le resultó insoportable, traumático. Puede observarse, por lo tanto, cómo el cuerpo “actúa” en un lenguaje desconocido, sin palabras, con enfermedades que dañan el cuerpo. Surge la existencia de una dimensión más allá de la representación, que se ubica más allá de las psiconeurosis, más allá del inconsciente reprimido, en otro modo de funcionamiento psíquico diferente del de las psiconeurosis: el trauma. Trauma que es consecuencia de aquello que no puede inscribirse, que resulta de un arrasamiento, que inunda al aparato psíquico rompiendo a veces las inscripciones previas. Esto se debería a la existencia de estímulos externos e internos sumamente potentes, cuya excitación rompe el escudo protector del aparato psíquico, produciendo el anegamiento del mismo, no permitiendo la ligazón. Una de las consecuencias de esto es que el psiquismo se desembaraza del exceso de estímulos y este exceso va al cuerpo. En consecuencia, ¿cuál sería nuestra tarea como analistas?... En primer lugar, ir tras los pasos de aquello que ocasionó el desencadenamiento de la enfermedad, de aquello traumático, de aquello innombrable. Poder preguntar al paciente si existe alguna relación de algún hecho con el comienzo de su enfermedad. Un ejemplo de esto se encuentra en una de las entrevistas que observé de la Lic Mónica Santocovsky. P: Antes de colocar el marcapasos, ¿pasó algo? E: No, me coloqué antes que muriera mi hermano. ¡No!, ahora que me doy cuenta fue después… P: Puede ser el desencadenante. E: Yo antes ya estaba mal, tenía alteraciones del pulso que para mí eran importantes. Luego me colocaron el marcapasos (Se le llenan los ojos de lágrimas). Es aquí donde nos encontramos con algo que la paciente tenía forcluido parcialmente: ese significante, eso que le resultó intolerable (que fue la muerte de su hermano). Cuando se encontró con esa situación traumática que no pudo elaborar, el cuerpo fue al rescate, pero lo hizo fallidamente y dañándose. Nuestra tarea como analistas es poder volver encausar esa cadena significante para poder permitir la dialéctica simbólica. Luego de realizar el trabajo, presentarlo y compartir con los otros colegas y alumnos de la carrera de psicología, se me abrieron interrogantes, ganas de seguir investigando en la problemática y en otras cercanas que pude escuchar en los distintos paneles. En primer lugar me acordé de una cita de Freud que dice: “El que tenga ojos para ver y oídos para oír se convencerá que los mortales no pueden guardar ningún secreto. Aquellos cuyos labios callan, se delatan con las puntas de los dedos, el secreto quiere salírsele por los poros. Y por eso es muy posible dar cima a la tarea de hacer conciente lo anímico más oculto...” (Freud, 1905, p.68). Y fue porque en el transcurso de la jornada pude escuchar cómo el cuerpo de los pacientes era el protagonista de la sesión analítica, en él se expresaba el más allá del principio del placer, lugar donde no existen palabras para cualificar la pulsión y cómo el cuerpo se ponía en juego allí, como el actor principal de esa escena. Es decir, se ve la importancia del cuerpo como conceptualizaciones, tanto de Freud como de Lacan, que sería importante volver a trabajar en relación con la problemática, como ser el concepto de narcisismo, el estadio del espejo, la instauración del yo, las pulsiones y el lugar del analista en el trabajo con este tipo de pacientes. Es por eso que creo que esta experiencia de las jornadas fue muy enriquecedora, tanto para los expositores como para los participantes de ella y dio la posibilidad de abrir el juego a nuevos encuentros en los que se sumen personas interesadas en la problemática, que seguramente retroalimentarán la investigación y potenciarán el crecimiento mutuo. .

miércoles, 14 de agosto de 2013

Gracias a todos mis alumnos...

Queridos alumnos: Antes que nada quiero agradecerles por compartir momentos, sensaciones, sentimientos, trabajos, debates etc. Sé que he prometido subir los trabajos de todos, pero solo tengo algunos y pero sería injusta si subiera los que tengo y dejará lo que por una u otra razón no los tengo para subir. Así que decidí al menos por esta vez no subirlos yo. Si ustedes quieren compartirlos en mi web no tengo ningún problema tan solo súbanlo en donde sale comentarios y estará a la vista de todos los que pasen por la pagina Un abrazo Natalia